El Mes de la Educación Financiera busca fomentar la conciencia económica en Chile

Octubre fue declarado por diversas instituciones como el Mes de la Educación Financiera, una oportunidad para reflexionar sobre la relación que las personas tienen con el dinero, y fortalecer los hábitos que permiten lograr estabilidad y planificación económica a largo plazo.

La educación financiera es un pilar fundamental para alcanzar bienestar económico, pero sigue siendo una deuda pendiente en Chile. De acuerdo con estudios recientes de la Universidad Católica y el Banco Central, gran parte de la población aún carece de conocimientos básicos sobre presupuestos, ahorro, endeudamiento responsable e inversión.

Durante este mes, distintas organizaciones, públicas y privadas, promueven iniciativas destinadas a mejorar la comprensión financiera de las personas. La meta no es solo enseñar a manejar dinero, sino también fomentar una mentalidad orientada a la previsión, la organización y la toma de decisiones informadas.

Expertos coinciden en que ordenar las finanzas personales comienza con pasos simples, pero consistentes:

• Registrar ingresos y gastos: Saber en qué se gasta permite tomar conciencia y ajustar hábitos.

• Distinguir entre necesidades y deseos: La priorización es clave para mantener el control financiero.

• Ahorrar con propósito: Definir metas concretas hace más fácil sostener el hábito del ahorro.

• Evitar sobreendeudarse: Las tarjetas de crédito y créditos de consumo pueden ser aliados o enemigos, según el uso que se les dé.

• Revisar periódicamente el presupuesto: La constancia es la base del equilibrio financiero.

En un contexto económico cambiante, donde la inflación y las tasas de interés pueden impactar fuertemente en el bolsillo, la planificación adquiere un rol estratégico. No se trata solo de administrar el dinero disponible, sino de construir un sistema personal que permita proyectar escenarios y tomar decisiones con respaldo.

La educación financiera no solo beneficia a las familias o trabajadores dependientes, sino también a emprendedores y pequeñas empresas. Tener claridad sobre flujos de caja, impuestos, inversiones y gastos operativos puede marcar la diferencia entre la sostenibilidad y la pérdida de control financiero.

En este mes dedicado a la educación financiera, el llamado es claro. No basta con conocer los conceptos, hay que aplicarlos. Con la tecnología adecuada y una mirada estratégica, cada decisión acerca a una gestión más eficiente y consciente del dinero.